¿De qué depende?
El efecto deformador de una fuerza no depende
sólo de la intensidad de la misma, sino que también depende de la superficie
sobre la que se aplica.
Este efecto se puede observar en el siguiente experimento, en el cual un globo es presionado sobre chinchetas. Veamos que pasa...
En nuestro experimento aplicamos una fuerza que se reparte en la superficie ocupada por las chinchetas y la presión no es suficiente para pinchar el globo, sin embargo si aplicamos la misma fuerza sobre la superficie que ocupa una sola chincheta la mayor presión sí será suficiente para pinchar el globo.
La presión es la
fuerza ejercida por unidad de superficie:
Fuente: Elaboración propia.
Es el mismo efecto que permite dormir a los faquires. En este caso, la fuerza se mantiene constante, y es igual al peso del faquir (m·g). Pero, ¿y la superficie?
Cuando nos pinchamos con
un solo clavo, la superficie es muy pequeña (0,03 cm2), pero cuando
lo hacemos con 200, ésta aumenta proporcionalmente (6 cm2) por lo
que la presión disminuirá 200 veces.
Entonces, en contra de lo que pudiera parecer, cuanto mayor sea el número de clavos, menor presión habrá y, por lo tanto menor dolor. He ahí el truco de los faquires.
Con una aguja de tejer y un globo vamos a demostrar que dependiendo de donde se ejerza la presión sobre el globo, este explotará o no.
Al introducir la aguja por uno de los extremos y sacarla por el otro extremo, observamos que el globo no explota.
Pero, ¿POR QUÉ?
Esto sucede porque metemos la aguja por la parte en la que las partículas están más juntas (EL GLOBO ESTÁ MENOS ESTIRADO) y las partículas están sometidas a menos tensión.
Si intentáramos introducir la aguja por otra parte del globo este SÍ que explotaría porque las partículas están más separadas (EL GLOBO ESTÁ MÁS ESTIRADO).